tu prima la cati

vericuetos variados

jueves, abril 12, 2007

Lluvia Dorada en el Parque

Ayer estaba muy revoltosa.
Quedé con el Gótico.
Algo que juré no volver a hacer.
También que no me volvería a enrollar con él.
Y que no le haría el numerito vanilla ice ice baby (esto es muyyy privado)

Pues bien. Hice todo eso y más:

-Me cogí una moña del 15
-Monté un numerito en el peque bar de barrio en el que nos hallábamos bastante considerable. Recuerdo estar cantando a voz en grito las hortera-canciones de Eros Ramazzotti.
Al Gótico le dio muuuucha vergüenza. Hasta el punto de meterme cigarros en la boca para que me callase. Y eso que ODIA que fume

Por cierto, que mi etapa no-fumadora-agresiva-para-con-los-fumetas se ha ido al garete.
Ahora soy medio-fumadora. Si es que eso es posible. Es decir, sólo fumo cuando salgo, o es de noche, o me emborracho, o en las cenas Sexo en Nueva York de la casa de Dinorra.
No sé. Estoy confundida.

Pero retomemos mi cagada de anoche.

No contenta con tooodooo eso, que además lo busqué YO, porque el Gótico hace muuucho tiempo que se acostumbró a que no me enrollara nunca con él cada vez que quedábamos y el chico ya ni lo intenta, pues no contenta con todo eso, y a punto de culminar tan patética noche en el asiento trasero de su coche, me entraron unas irrefrenables ganas de mear.

Y ni corta ni perezosa, y EN MITAD DE LA CALLE, me puse a mear en el pobre arbolito que me pillaba más cerca. Hombre, era muy tarde, era un peque barrio, y era miércoles night. Nadie me vio. O es lo que prefiero pensar, porque es que ni me tomé la molestia de agacharme como una señorita. Sino que MEE DE PIE. Toma ya. Con el culo en pompa y sin agacharme.

Nadie me vio. O casi nadie. Porque cómo se iba a perder El Gótico semejante espectáculo. Él miraba muy atento desde el cristal de la parte trasera de su coche. Y la Cati, usease yo, le gritaba con voz de borracha retardada "No mires, que esto es un acto muy íntimo".
Y lo que sigue me da mucha vergüenza confesarlo, pero me gritaba desde el coche algo de que me limpiara la gotita. Bueno, patético.

Muerta de la vergüenza le he escrito un mail diciendo que por favor procure borrar de su mente el bochornoso espectáculo de la lluvia dorada en el árbol. Pero yo creo que eso es peor. Porque así lo que consigo es que la imagen de la Cati meando de pie, borracha, en un árbol, en mitad de la calle, se le va a adherir, aún si cabe, con más fuerza al cerebro.

Y de Mr. Teeth ni rastro. Así no hay quien se centre.
Voy de culo contra el viento. Y esta vez, sin lluvia dorada.