tu prima la cati

vericuetos variados

martes, noviembre 04, 2008

Tú a África y yo a Pan Bendito




Para no perder la tradición, este finde de Halloween ha sido una sucesión de fenómenos paranormales que ya la quisieran Iker Jiménez o Jiménez del Oso.


Pero empecemos por el principio, es decir por el VIERNES



Debido a la mierda de noche que hacía (en la cual no vimos a ni dios disfrazado, excepto un conejo amarillo que saldrá más adelante) , de ocho crápulas que habíamos quedado para quemar Madrid disfrazados y todo, aparecimos sólo tres, el trío Calavera de Halloween 2008: Gigi, Tatiana y yo (todas sin disfrazar, aunque bien pensado, yo creo que no lo necesitábamos).

La Gigi y La Tatiana son personajazos tales que merecen un post solito para cada una. La Gigi es una morenaza de rompe y rasga, reina de la noche madrileña que saluda por doquier a todos los vampiros de la noche que, disfrazados o no, nos abrían paso con un golpe cualquiera de esa melena suya.


TERROR EN EL HONKY TONK
Un argentino también melenudo y, huelga decirlo, con mucha labia, aparece en escena. Y nos invita a todo en el bar del que es encargado, porque la Gigi, por supuesto, le conoce.
Luego nos invita a acompañarle al Honky Tonk, donde entraremos también gratis, porque le conocen a él.
No hay nada mejor que tener amigos crápulas que te abran paso en la noche para no gastarte ni un duro.

Entramos en el Honky, ese local que cada vez más está lleno de pijos pijísimos que van de rockeros y grunchetas.

El primer suceso paranormal de la noche , es un tío enorme disfrazado de conejo amarillo.
Yo me pregunto qué pinta un conejo amarillo en Halloween.
Debe ser que existe alguna peli de terror en la que el malo es un conejo amarillo asesino

El caso es que el conejo amarillo da más miedo que cualquier otro vampirillo al uso.

CRÓNICAS MURCIANAS
A todo esto, y tras estos sucesos paranormales que sólo podrían tener lugar en Halloween, llega el colofón de la noche. : la Marty se casa con un murcianico que ha conocido por la red hace un mes.
No nos enteramos por ella.
Y es que el susodicho acaba de llegar de Murcia y él y Marty prefieren quedarse en casita celebrando la noche de los muertos. Si ya lo decía mi abuela, que el muerto al hoyo, y el vivo al bollo.

Es La Gigi quien nos lo sopla. Y con todo su porte, su poderío y su chulería, se viene abajo en un ataque sensiblero, y empieza a llorar de emoción mientras nos cuenta el notición fatídico.

Y yo no sé si llorar de emoción o de pena. Porque tiene cojones la cosa.

A Tatiana, que de matrimonios sabe un rato, le entra un ataque materno-marujil, llama a la Marty y le pide muy seriamente que se ponga el susodicho al teléfono. Y le suelta toda seria: Hola, soy Tatiana. Tú quién eres y de dónde has salido?".

Al día siguiente quedo con Marty y su repentino prometido, que se comportan como dos empalagosos y repugnantes tórtolos que me enseñan orgullosos y babeantes su anillo de compromiso. Las aspiraciones inquietas de la Marty se van al traste, que ahora dice que lo que quiere hacer ahora es casarse, irse a vivir a Murcia a su piso hipotecado y tener retoños ( no sé si plantean también tener huerto y tomates, no me atreví a preguntarlo)

TERROR EN EL HONKY TONK II

La noche del sábado también tuvo su aquél.

Para repetir experiencias terroríficas aterricé otra vez en el Honky, esta vez con Holly Golightly

La noche empezó aburrida y no prometía una mierda, pero de repente aparecieron en nuestra vida dos de esos pijos pijísimos que van de rockeros grunchetas de los que hablaba antes y que últimamente okupan el Honky.
Pero la golightly y yo les recibimos con alegría enmedio del aburrimiento en el que estábamos sumidas.

Tanto que de repente me veo jugando a una especie de "beso, verdad y atrevimiento" a los 10 minutos exactos de habernos conocido.
Uno es horrible, pero el otro está bueno. Se parece a Ethan Hawke y tiene un rollo canalla que pone. < /div>
De repente, y sin casi darme cuenta, me veo con su lengua dentro de mi campanilla.
No me da tiempo ni a reaccionar.
El colega me cuenta que es broker y que se crió en La Moraleja.
Entonces yo le empiezo a vacilar.
Porque nada me produce más placer que vacilar a un pijo con mi picardía de chica de barrio.
Me pregunta que de dónde somos. Le digo que de Pan Bendito.
El Pijo no sabe dónde está Pan Bendito. Es lo que tiene haberse criado en la burbuja de La Moraleja.

Después de unos magreos considerables, me dice que me vaya a su pisito en la Castellana.
Le digo que ni hablar. El empieza a fraguar numerosas estrategias, a cada cuál más cutre, para llevarme a la cama.

Las enumeraré muy gustosamente para, si da la casualidad que entra un tío por este blog, que sepa qué es lo que NO hay que hacer para triunfar una noche:
1. Me asegura que SÓLO quiere dormir. Que durmamos abrazados, de manera romántica. De repente la caga aún más, aclarando: "Pero en pelotas, claro, y mañana Dios dirá"

2. Me hace una descripción detallada de lo estupenda que es su casa, de las vistas y de su jacuzzi.

3. Le entra un ataque trascendental y me confiesa que está harto del mundanal ruido del mundo de las finanzas y que lo que quiere DE VERDAD es irse a África a ayudar a los niños de Etiopía.

4. Se ofrece a hacerme el "Nueve sobre diez". Yo, en mi cultura de Pan Bendito, no sé qué es eso.
Me explica muy serio y sin tapujos, literalmente: " te la meto nueve veces fuerte, y otra suave. Y luego voy rebajando: coho veces fuerte, y dos suaves, y así". Yo me quedo a cuadros y no sé muy bien qué decir.

5. Me cuenta que además eyacula para dentro.
Yo, en mi ignorancia sexuarr, le corrijo "será que lo haces fuera, por si acaso". "No, no. Lo hago para dentro, para mí mismo, y me sube por el estómago y se experimenta mucho placer...". Yo me quedo a cuadros segunda parte.
Eso, barriendo para casa, chaval. Pero ahora reacciono, claro que sí, y le digo "Mira chaval, si quieres triunfar esta noche, te has equivocado de objetivo. Todavía te queda un poco de noche, asi que date una vuelta por el bar a ver si tienes suerte, y pillas".
Ahora el que se queda a cuadros es él.

6. Me dice que yo le gusto como persona. Medio minuto después me dice "Perdona, cómo te llamabas? Laura, no?"

7. Comienza a quererme meter mano por donde puede, mientras yo me zafo como puedo de sus tentáculos, y me suelta "Déjame por lo menos tocarte una teta".

8. Me confiesa que tiene novia. Y entonces ya es el culmen y la Cati monta en cólera y le pongo de vuelta y media, mientras El Pijo exclama "Eres todo un carácter, Laura".

Me ruega que por favor le de mi teléfono. Yo le dejo con la palabra en la boca y me piro del Honky con la golightly, a la que han reclutado unos tíos al verla más sola que la una y con una vela en cada mano.
De repente, una garra me agarra del abrigo y me mete a rastras en el Honky, pese a los gritos de los puertas de que ya no se puede entrar, porque están cerrando.
Es él, El Pijo, que me vuelve a suplicar.
Y entonces yo le espeto muy digna, y con un gracejo espectacular:

"Sabes lo que te digo? Que te vayas a África, y que pases de tu novia, que yo me voy a Pan Bendito con la Golightly".

Y doy una vuelta en redondo sobre mis tacones y salgo orgullosa y con la cabeza muy alta del Honky,
ese garito cada vez más lleno de pijos pijísimos que van de rockeros gruchetas, y al que tardaré tiempo en volver.






miércoles, septiembre 03, 2008

Qué dura la vuelta, qué dura


Qué aterrizaje surrealista, bizarro y horrendo que ha tenido vuestra prima la cati tras sus hermosas vacaciones conileñas (Conil: precioso pueblo blanco gaditano con cristalinas e interminables playas...ayyyy (suspirito).

Mis animales, Blanqui y Punki, con conjuntivitis y ataques epilépticos respectivamente.

Mi madre, con su furor por convertirse en artista a los 50. Si, si, lo que leeis. Desde que la seleccionaron en un musicalucho de tres al cuarto, se le ha subido la fama a la cabeza. Está de un divo insoportable. Cometí el error de aterrizar justo cuando se estaba arreglando con galas de farandulera para reanudar el curso cantarín en la coral en la que berrea. Ni me miró para saludarme, en mis esfuerzos de niñata malcriada para que apreciara mi moreno playero. Frustración.

Mi hermano, insoportable desde que le dejó la polaca. La ha sustituido por otro pivón, pero parece que la nueva no le sabe aplacar toda su rabia de macho contenida.

La entrevista de trabajo, en una revista de cine, un timo. Que se vayan a tomar el pelo a s.p.m. Para más inri, el pavo que me la hace me quiere invitar a comer en claro tonteo sensuarr.
Juro que no le hice la mirada de garza.
Me levanto airada de la mesa, en mis serios y frustrados intentos de que me tome en serio como profesional experimentada, pero lo de ser rubia parece que les confunde.
Y eso que soy rubia natural.

Se muere un tío abuelo de Valencia (de viejo que era), y mi madre, la farandulera, parte inesperadamente rumbo a su tierra sin hacerme ni puto caso.

Mi padre, "olvida" pagar la luz (no quiero ni pensar en la factura tras los interminables días de verano acuciados por el aire acondicionado). Nos vemos sin luz y a dos velas, nunca mejor dicho.

A todo esto, la cati ya no puede más y rompe a llorar como una niñata consentida.

Y es entonces cuando decide pasar la noche, en plena rabieta chantajista, en casa de su amiga, La Diva.

Es ahí cuando la bizarrería y el surrealismo alcanzan cotas inalcanzables.

La Diva, cómo no, ha quedado con uno de sus cientos de amantes, pero me ofrece las llaves para poder llorar a gusto en su casa pija de Arturo Soria, donde hay luz y se me ocurren mogollón de gilipolleces que hacer en solitario. Tipo atracarme de pelis y escuhar música a todo trapo para desahogarme.

La cosa va bien hasta las cinco de la mañana, cuando llaman a la puerta. Es La Diva y su amante, un extraño ser peli-petirrojo. Todo él es rojo rojo fluorescente, como una brillante zanahoria. Y además va vestido de naranja de arriba a abajo. Lo de petirrojo es porque, gracias al recital que involuntariamente ambos me ofrecieron de todos los grandes éxitos de la Velvet Underground, se rebeló como un sugerente cantante.

Con voz gangosa me dice su nombre, y yo con una estúpida, escasa y transparente camiseta blanca, le dijo el mío muy sonriente. Qué situación tan gilipollas. A todo esto ayuda a La Diva a entrar en casa, que tropieza con todo y dice frasecillas incoherentes.

Yo me traslado al sofá, educadamente, pero inmediatamente viene La Diva, e intenta fatigosa y torpemente levantarme en brazos con un "Bizcochito, que te llevo a la camita". La disuado como puedo en sus intentos. Y le dice en alto al peli-petirrojo que no se va a enrollar con él en la vida, y que ahí tiene la puerta. De repente, La Diva deja de ser Diva y se tropieza con la aspiradora, pegándose un hostión que podría calificarse de todo, menos de divino.

El ser color de zanahoria aguanta el chaparrón, yo me voy a la cama, y les dejo a los dos canturreando las canciones de La Velvet. La Diva le hace de rabiar y pasa las canciones que más le molan al zanahoriesco. Entre tanto, y de vez en cuando, La Diva viene a mi cama y me arropa amorosamente.

A las 11 de la mañana, la casa pija de Arturo Soria de La Diva parece que se viene abajo. Empiezan a sonar teléfonos y timbres de manera atronadora. La Diva tiene un mal despertar resacoso y nos acusa al peli-petirrojo y a mí de que ella llegue a currar tres horas tarde.

De repente, en el baño, La Diva me hace una confesión inolvidable: "Quiero ser ama de casa y beber vino blanco".

Qué grande es La Diva.

Pienso que quizás hubiera sido mejor quedarme en casita a la luz de las velas.

Y eso que llegué el lunes por la tarde, primitos, ya veis que dos días en la vida de la cati dan pa mucho.

martes, agosto 05, 2008

Y ya van 32


Mañana cumplo 32 tacos.
Que se dice pronto.
Ya son 7 años de crisis de los 30 (desde los 25, que empezó).
Lo mismo rompí un espejo que no recuerdo y he tenido 7 años patosos donde los haya.
Mañana se me acabarán las penas y seré una mujer renovada, resuelta y con mucha sabiduría interior. De esas enigmáticas y seductoras, que provocan fascinación allá donde pisan, las cabezas se vuelven, y ellas contonean su melena ajenas por completo al revuelo de su presencia.
Quiero ser una mujer con mucha vida. Olvidarme de que soy ingenua y dejar de decorar mis tartas de cumpleañera con los dibujos de Hello Kitty. ¡YA ESTÁ BIEN!
LA CATI ESTÁ REVOLTOSA
La crisis de los 30 sigue en marcha a toda vela. Es más, se acentúa cada día que pasa.
Las comeduras de tarro existenciales que me acechan estos días no tienen desperdicio. Me sorprendo pensando unas gilipolleces sublimes (que no pienso detallar aquí por pura vergüenza de mí misma) que si el resto de los mortales tuviese rayos X descifradores de pensamientos gilipollescos, alucinarían en colores. Patidifusos se iban a quedar.
Estos días de verano estoy muy revoltosa. Muy trasto. Hago cosas inverosímiles que si me cuentan hace años, me quedo en el sitio.
Ñoña, cursi, imbécil, excéntrica, estrambótica, bipolar, triste, eufórica, histérica, gritona, de mala leche, insegura de mierda. Estos son algunos de los bonitos calificativos que adornan la personalidad de vuestra prima, la Cati, estos días de aplastante y aplatanante calor. Creo que tiene mucho que ver el eclipse solar en Leo el pasado día 2, que los astrólogos predicen como "una renovación en la vida de los Leo, a todos los niveles". O sea, que me consuela que en breve voy a dar el paso gigante a ser una mujer MUJER, como las de los anuncios de compresas.
EL LADO OSCURO DE LA CATI
He descubierto que tengo un lado oscuro muy acusado. Estoy acojonada.
La verdad es que, por una parte, me estoy divirtiendo mucho conmigo misma, por las locuras que hago, ni corta ni perezosa. Yo, que siempre he sido taaan prudente, taaan responsable, y por qué no decirlo, taaan estrecha. Pero me da pavor. Tantos años de educación para ser una virtuosa señorita, para ahora encontrarme con esto. Totalmente inesperado. Una Cati completamente desconocida. Qué fuerte.
Reconociéndolo mucho para conmigo misma, creo que he estado representando un papel durante muchos años. El papel de la chica maja, sana, responsable y cariñosa. No voy a decir modosita, porque eso ya es mucho decir. Creo que, de hecho, siempre se me ha visto bastante el plumero.
La culpa de que el papel haya durado tanto tiempo lo tiene lo que se supone se esperaba de mí. Eso que te dicen en casa, en la tele, en el cole bla bla bla.
Pero una es puro fuego, una Leo de los pies a la cabeza, aderezado por un Dragón como una casa del horóscopo chino. Y la bestia embravecida que hay dentro de mí rugía por salir. Y la verdad es que ha tardado demasiado tiempo.
Y POR FÍN HA SALIDO. Y cómo, primos míos. Sin orden ni concierto. La bestia está completamente descontrolada, no sé ni dónde tengo las riendas, y no tengo ni puta idea de cómo apaciguarla.
32 AÑOS PARA RECONOCERME EN EL ESPEJO
Y digo yo que el espejo de la mala suerte ya ha cumplido sus 7 años de crisis, porque ya me reconozco en él. Supongo que habrá recompensa.
He descubierto muchas cosas que no me gustan. Soy mandona, egocéntrica, obsesiva, vanidosa, exhibicionista, caprichosa, compleja, consentida, rebelde y díscola hasta decir basta. Defectillos que tenía muy bien disimulados hasta el momento.
Pero también tengo virtudes que desconocía, y que me encantan. Soy inteligente, hipersensible, intuitiva, creativa, tengo un desparpajo que te mueres, soy muy buena en los trabajos (en todos los que hago), apasionada, intensa, y lo que es más importante: tengo un corazón que no me cabe en el pesho. Ole con ole!
Defectos y virtudes aparte, la verdad es que, a pesar de que le bestia embravecida está todavía descontrolada, yo creo que todo esto es positivo. Que de los caos, aunque duren 7 años, salen estrellas fugaces, como decía Nietzsche.Y siento que soy la protagonista de una nueva aventura, la de ser yo misma. Algo muy difícil, a lo que muy pocos se atreven.
P.D: Me encantan los helados, las pelis, los libros y los discos. Y los bichitos para el pelo. Lo digo por si alguien se anima.

domingo, junio 15, 2008

Mayo, o el lenguaje de las flores

Ya sé que estamos en Junio (aunque no lo parezca).

Ya sé que eso de "o el lenguaje de las flores" se lo he copiado a Lorca.

Pero es que la influencia de Mayo todavía ejerce poder sobre mí.

Es el mes en el que la primavera llega a la ciudad, se te revolucionan las hormonas y el polen se te incrusta por todos los poros de tu piel.

Este Mayo ha sido diferente porque he entablado una curiosa relación platónica- eróticasutil, precisamente con Mayo, mi profesor de yoga, un hippy vegeta feo con ganas, pero que me tiene loca.

Mayo es natural como la vida misma. Es como su nombre de raíces de comuna. De colorines, sonriente, suave, alegre y luminoso.

Pero lo que más me pone es su pelo. Tiene unos bucles castaños como de niño pequeño que se le ponen en la cara, pero que no consiguen taparle sus ojos risueños ni su tez amarillenta. Ese color parduzco que tienen los vegetas acérrimos.

Mi hermano dice que tiene pinta de tirarse el día fumao. Pero a mí me gusta, ya sabeis la extraña facilidad de la Cati de prendarse de individuos como este.

El caso es que nuestra relación se basa en las miraditas y en las cosas no dichas. Esas cosas que ponen tanto porque en realidad te las imaginas. Dejas volar tu imaginación y entonces creas unos paraísos perdidos y artificiales ajenos a la realidad. Pero mucho mejores.

Él me mira por entre sus rizos en medio de posturas tan complicadas y antilujuriosas como la vela o la contrapostura del pez.

Pero el yoga también tiene su morbo: los momentazos rotación de cadera en redondo, al más puro estilo río da janeiro, no tienen desperdicio. O la del gato (a cuatro patas), o la del puente (tumbada con el pelvis hacia arriba). A mí esas en realidad me dan mucha vergüenza. Me pongo roja, no le puedo mirar y las hago a medias. Con lo bien que se me da a mí contonear el culete, coño.

El otro día me lo encontré llegando al centro cultural donde se imparte la clase, oportunidad única para saludarle y entrarle como quien no quiere la cosa, paraguas y lluvia incluidos. De lo más romántico, no me digais. Además, muy inocente, cosas del azar. Bueno, pues como una gilipollas, y para no encontrarme cara a cara con él, dí un rodeo a una fuente de esas horribles que pone el gobierno del PP en la puerta de algunos centros culturales, mientras le sonreía y mascullaba un "hola" en la lejanía. Para matarme. Yo creo que de hecho se notó más que me molaba así, por el rodeo tan estúpido y ortopédico y sin venir a cuenta que dí. El me sonrió a través de la lluvia y los bucles.

Días después, me sale un trabajo y tengo que dejar de ir. Horreur. Le voy a pagar al final de la clase, con mucho corte por la proximidad, roja como un tomate, y él me mira a los ojos, sonriendo, y trata de darme conversación. Pero yo me piro rápido. Otra vez sunormaloide.

Pero el último día ya no pude más. Porque volví. Y el que se despedía era él porque se iba de ermitaño a las montañas. Esas cosas que hacen los hippys vegetas, ya sabeis. Y que me ponen tanto. Me lo imagino en un refugio en medio de un bosque, con chimenea y olor a madera y a tierra mojada, y mi imaginación comienza de nuevo a fantasear....De repente, al final de la clase, comienza a pedir a todas el correo electrónico...a todas menos a mí ( el resto tiene de 50 años para arriba), aunque no me para de lanzar miraditas. Entonces me acerco, envalentonada, y le digo:

CATI: "¿Quieres también mi correo electrónico?"

Y va y me contesta sorprendidísimo y cortadísimo

MAYO: "Ah, pero tú tienes correo electrónico"??

CATI: (Le miro con cara de pero tú eres gili, tienen estas señoras no voy a tener yo. Qué treintañero de hoy en día no tiene mail?) " CLARO" (entonces entiendo que el tímido también es él)

MAYO: Ah, vale, pues también te lo envío. Es una obra de teatro de un amigo que quiere saber la opinión de los lectores.

CATI: Qué curioso. Yo hago teatro

MAYO: ¿Ah, si?....

Y entablamos una conversación de 2 minutos interrumpida cada dos segundos por una maruja con la insensibilidad suficiente para captar que estábamos en pleno tonteo sensuarr.

MAYO: "¿Este es tu correo?...a ver, deletreámelo....

Y yo toda ilusa y ufana por mi nueva conquista primaveral me voy a casa imaginando un próximo mail suyo cargado de pasión y romanticismo.

Y qué me encuentro hoy? El mail se lo ha dado al colega teatrista, que ha sido quien me ha enviado la obra en cuestión, que por supuesto, NO he leído.

De Mayo o el lenguaje de las flores, ni rastro.
Estará en el Pirineo levitando.

domingo, marzo 02, 2008

El secreto está en el móvil

Llevo unos cuantos días en casa de papix porque el otro día me sacaron OTRA muela del juicio.
No, no fue Mr. Teeth el afortunado.
Esta vez elegí una tía para asegurarme de que la cosa no iba a acabar en FOLLETÍN.
Y he comprobado que Mr. Teeth, además de teatrero, mal amante y guarrete baboso, es un charcutero en la profesión.
Menuda diferencia.
Nunca podré olvidar aquella hora que el tío se tiró cosiéndome la boca, el enorrrme flemón que me salió, las altísimas fiebres y LOS DOLORES post cirujía (innecesaria por otra parte). Todo lo contrario que esta tía. Me operó en 5 minutos y sólo me dolió cuando se me empezó a pasar la anestesia. Al día siguiente ni me acordaba de la operación.

Como creí que me iba a tirar otra semana tan JODIDA como la otra vez, decidí irme a pasar el post operatorio bajo los cuidados de Mamix.
Que una es independiente, pero no tanto.
Otra de las desventajas que he descubierto al independizarme, es que te das cuenta de que eres una niñata malcriada, y que Mamix va a estar ahí siempre, cuidándome.

Estos días han sido como unas vacaciones.
He estado súper feliz.
Me he hecho la enferma a todas horas para que me trajeran todo lo que quisiera a mi cama de niñata, me pusieran pelis, música, incienso y revistas varias de cotilleos. Qué felicidad.
Ya estoy deseando que me saquen la próxima.

Y qué gran placer es acostarte a la hora QUE TE DE LA GANA.
Me encanta trasnochar. Se me ocurren un montón de gilipolleces que hacer y me lo paso chachi. Es como mi momento privado, íntimo, aquél en el que puedes hacer lo que te salga de las narices. Además, tengo unas ideas gilipollescas que nunca se me ocurrirían con la realidad del día.

Y yo que no veo la tele de día, no se me ocurre otra cosa que hacer zapping de madrugada.

Y QUÉ ME ENCUENTRO.

Los programadores de este país deben pensar (a lo mejor, con razón), que los insomnes que ven la tele a altas horas de la madrugada tienen la mente seriamente perturbada.

LOS CALL TV

Lo primero que me encuentro son unos concursos indescripitibles que se les llama Call TV para que suenen modernos, y en realidad son una paletada en la cual los perturbados llaman desde casa para hacer girar unos paneles de letras y ganar pasta.
Lo increíble es la imaginación que se gastan los que presentan dichos programas.
Se hacen los guays, los simpáticos, los buenrollistas y hablan a gritos para que la energía no decaaaiga.
Porque tienen que rellenar con lo que sea la gilipollez de argumento del programa.

LAS MELODÍAS PARA MÓVILES

Otra cosa que he descubierto es el chaparrón de anuncios "Consigue tu súper melodía" que hay por la noche. Desde un despertador andante que grita Cristinaaaaaaaaaaaa, para que te lo pongas en tu móvil. A mí me daría un infarto si de repente mi móvil se pusiera a chillarme por las mañanas CATIIIIIIII. Qué miedo

Luego están los anuncios de las canciones, que hay algunas que me descojono de que alguien de verdad se las ponga en su móvil. Tipo, "Opá, voy a poner un corrá". Vamos, que qué necesidad hay de que tooodo el mundo se de cuenta de que eres un cateto. Y encima presumas de coeficiente cero. Mare de deu.

Pero el PEOR DE TODOS es uno que han puesto ahora que es de un tal MARIANO que se tira pedos.
Lo mejor es cómo lo dibujan en la tele. Sale un señor con una boina ( osea, te están llamando paleto en tu cara si te pones esa movida), con cara de agobiao, con el culo en pompa apuntando a una nube verde, que se supone que son los pedos que se tira. ASQUEROSO.
Nunca he visto nada igual. Y para rematar el anuncio, termina diciendo "QUE ME HE CAGAO".
Arsa pa la grasia española. El humor español es el más fácil del Universo. Dices "Mierda, cagao, culo", y la gente se desternilla.

Eso sí, no quiero pensar en los PERTURBADOS que se pongan al tal MARIANO en el móvil.
Esos son peores que los ven las pelis porno nocturnas o los que se ponen a Lucía Lapiedra como fondo de pantalla.

DIME QUÉ MELODÍA TIENES Y TE DIRÉ QUIÉN ERES

ACABO DE CAER en que una de las pistas más fiables para saber sómo es el tío con el que te enrollas, es saber qué melodía tiene en su móvil.
Cómo cambiarían las cosas si en la primera cita le pegas una llamada al tío con el que estás bajo un número oculto.
A partir de ahora lo voy a hacer en los primeros cinco minutos, para ahorrarme el suplicio de aparentar ser súper maja para gustarle a alguien.



jueves, febrero 14, 2008

El día que dejé de escribir en el Blog

No fue el día que mandé a la mierda al Persu, el de Valdemoro.

Ni fue el día en que me permití el lujo de abandonar mi curro recién independizada.

Fue el día en el que me dejé arrastrar definitivamente por la desidia de la emancipación.

Y es que independizarse no estan guay como parece, no.

Y más si te has desecho de tu más fiel y rendido admirador (uséase, El Persu), has abandonado tu súper curro de mileurista y no empiezas a cobrar el paro hasta dos meses y medio después de haber dejado plantada a tu jefa, la Gata Flora, personajazo donde los haya que merece un post aparte.

Definitivamente, mi vida ha cambiado. Los días son más largos porque son enteramente míos, y no sé que hacer con ellos. Días antes de mi parón laboral fantaseaba con el eterno tiempo libre que iba a tener para mí solita. Es curioso que entonces se me ocurrían miles ideas súper imaginativas que llevar a cabo. Ahora no me acuerdo de ninguna. Y es aquí donde la Cati se da cuenta de que su vida es una mierda. Porque no te das cuenta de la mierda en la que te rebozas hasta que tienes tiempo para asimilarlo.

Ya, ya sé que soy divertida, original, peculiarisísima y toda esa retahíla. Pero es que no quiero seguir siendo rara, porque he descubierto mi auténtica vocación: QUIERO SER UNA PERSONA NORMAL.

Lo malo es que no lo consigo.

En serio que hago serios esfuerzos. Intento llevar una férrea disciplina:

09:00 (o 10:00): Suena mi despertador de pajarillos. Intento amanecer "con una sonrisa que brota del corazón" como dice mi profesora de yoga. Como no me sale, fuerzo unas carcajadas mañaneras que rápidamente se convierten en tos de cazallera tabaquera. Para lograr mi felicidad matinal, he puesto un mensaje cursillesco en mi móvil con el que me despierto todos los días: "Feliz día, Cati".

10:15: (No consigo salir del edredón antes de esa hora, aunque juro hacer esfuerzos sobrehumanos para ello). Abro la puerta y allí está LA PACA.

Criatura infernal donde las haya.

Se descoyunta sobre su cuerpo de bicharraco poniéndome el pijama perdido con la mierda de sus pezuñas.
Y no estoy para arrumacos caninos a esas horas.
La verdad, no entiendo la paciencia animal. Soy la tía más borde que conozco cuando se levanta, y LA PACA no se amilana.

Me meto en el baño. LA PACA y EL PACO (su homónimo felino) intentan colarse en el baño a verme mear.
ASÍ CADA MAÑANA.
Y digo yo que lo del primer pis de la mañana es una cosa muy íntima.
Más aún, tengo serios motivos para pensar que según cómo discurra tu primera meada así transcurrirá tu día. Así que les echo a patadas.

Me pongo el desayuno. Oigo a La Taruki levantarse. La Taruki es mi compi de piso, la dueña de LA PACA y EL PACO. Que se levante a la misma hora que yo aleja mis malos remordimientos. De repente me hago la súper colega de LA PACA y EL PACO.

11:00. Salgo a la calle buscando algún motivo. O bien tengo una consulta médica (como soy hipocondriaca, ahora que estoy en el paro es la mía); o bien me voy a buscar curro con mi amigo El Afro (es mejor pasar con él el trago de que las productoras te cierren la puerta en las narices).

13: 30: Me invento algo que comprar. Como soy una consumista compulsiva no reconocida necesito inventarme una excusa MUY BUENA para comprar algo, ahora que estoy bajo el amparo del INEM.
Entonces tengo que elegir UNA de todas las cosas que me invento que necesito.
Un verdadero desgaste emocional diario.

14:30: Llego a casa a recoger, fregar y hacerme la comida. Este es el peor momento del día, peor aún que el de las patadas en el culo de las productoras.
Friego sobre todo los pises de la criatura infernal de La Paca, que aunque la Taruki la saca una media de cuatro veces diarias se mea sin cesar.
Pero vaya meadas. Riadas, diría yo. La fregona no da pa más, y no ganamos pa fregonas.

El último capricho de LA PACA, que es mucha PACA es hacerlo encima del sofá. Tampoco ganamos para fundas y detergente. Pero lo peor es cuando viene visita.
Como el otro día, cuando vinieron a verme dos amiguitas de la Uni. Tan finas, tan monas, con casa en la Sierra y con marido y todo.

Y entonces la más piji de las dos descubre una inmensa meada en el sofá cuando está a punto de apoyar sus posaderas. Qué vergüenza. Qué ascamen.

16:00. Me acuesto la SIESTA.
Sin duda, el mejor momento del día. Y ya puede estar cayendo una bomba nuclear que mis siestas son un derecho sagrado e inviolable. De dos horas por lo menos, además. Lluego me levanto con una mala hostia insoportable.

18:30. Por las tardes es cuando más me aburro. Intento hacer mis ejercicios de Yoga, porque como ahora no tengo un puto duro, ya no puedo ir. Hago las posturas que hacía en clase, pero la verdad es que, siendo muy sincera conmigo misma, me las invento un poco. Sobre todo para que duelan menos.

20: 00. Intento tomarme algo con alguien, ahora que vivo en el centro. Pero nadie queda entre diario. Todo el mundo, MENOS YO, tiene trabajos normales y formales, de esos de 8 horas en una oficina. Además, la mayoría tiene maridos, novios e incluso hijos...

Y la PREGUNTA es ¿Por qué me empeño en hacer otra vida a la NORMAL? Podría echarme un noviete, irme a vivir con él, e incluso estar casada, y no vivir de alquiler con dos criaturas infernales en un piso lleno de meadas, y ser treintañera mileurista y encima alegrarme por ello...pero NO. La Cati es complicada. Complicada e inconformista.

Y como siga así, me veo cuarentona, viviendo con cinco más en el mismo piso y con criaturas infernales a tutuiplén (es lo que tiene la soledad, que la suples con criaturas infernales).

Y de hombres ni hablo. Porque ni polvos echo. Ni siquiera he estrenado mi cama de empancipada con su hermoso colchón de látex. He intentado incluso sacar a pasear a mi "amiga" LA PACA, porque dicen que sacando al perro se liga.
A mí sólo me paran viejas.




domingo, septiembre 30, 2007

Casa Nueva, Vida Nueva

Queridos primitos:

Os escribo después de taaaantos meses (he cerrado por vacaciones) para daros el notición del siglo. La Prima Cati se ha emancipado.

Que tiemble el Km 0.

Porque la Cati, en su afán de irse a vivir al centro de la capi, se ha trasladado a la Puerta del Sol. Toma ya.

Vivo en una casa luminosa, de colorines y con dos mascotas: el Paco y la Paca. Gato y perra respectivamente.

Estoy excitadísima pensando en mi nueva y agitada vida social y cultural (y sexuarr, todo sea dicho). De hecho, apuntito he estado de estrenar durante mi primer día en la casa mi nueva cama gigante con colchón de látex (y que hay que dar la vuelta cada dos meses, porque el látex debe ser un material muuuyy delicado). Pues el látex se ha salvado de la quema (y nunca mejor dicho) por la última perlita de El Persu.

Ahhh, pero es que os tengo que poner en antecedentes....

UN DOMINGO EN VALDEMORO

El Persu, de sobra conocido por todos los primos de la Cati, continúa en su afán persuasivo (de cinco años) con La Cati. Afán que se ha acentuado durante este verano.

Un verano de trabajo muy intenso en el que sólo he gozado de una semana de vacaciones y en el que no he gozado nada sexuarmente porque todo diox ha emigrado del asfalto infernal de la capi.

Eso, unido a la triunfal desaparición de Mr. Teeth (que merece otro post aparte, las Performances de este chico son realmente espectaculares), me ha producido un instinto salidorro durante el summer totalmente comprensible si tenemos en cuenta mi ajetreada primavera sexuarrr.

Y El Persu siempre está a mano. Y me cuida, y me agasaja, y aguanta todos mis desplantes. Y claro, se lo estuvo currando intensamente hasta que un domingo me sorprendí a mí misma cogiendo el teléfono para ir a verle a su pueblo, a esa hermosa localidad del sur madrileño: VALDEMORO

EL PERSU MOTORIZADO

Y entonces apareció él. Con una moto rockera y gafas de sol.

Con el pelo alborotado y unas ropas muy ajustadas.

Y la Cati no pudo resistirse y se abrazaba con furia a su cintura en su tour valdemoreño. Él me iba enseñando las joyas de tan hermosa localidad. "La Piscina Municipal a tu derecha", "El cementerio a tu izquierda", me explicaba muy serio. Y yo asentía haciéndome la súper interesada.

Y de pronto me planta en casa de su hermano, y en un periquete me veo a mí misma sentadita en el salón con la cuñá comiendo unos panchitos y rodeada de sobris que me preguntan si soy la novia del Persu.

Al principio me lo tomo con sentido del humor. Pero poco a poco me empiezo a aturullar y me entran unos calores sobrehumanos.

El Persu se sienta con el sobrino a jugar una partida a la Play. Durante cerca de media hora la Cati deja de existir para él. Tío y sobrino sufren calambres, sacudidas y pronuncian un surtido variado de onomatopeyas mientras yo le doy bola como puedo a la cuñá que me habla de los niños y de las vacaciones en Benidorm. Noto que me empiezo a poner roja de tanto calor y agobio. Miro al Persu de reojo varias veces, pero él ni se inmuta. Tiro la Coca Cola. "¡Alegría", dice la cuñá. Y yo ya empiezo a marearme cuando El Persu anuncia que nos vamos. Qué bien.

Pero no me propone un suculento plan, sino que me lleva a casa de unos machorros colegas que están viendo el fútbol en casa de uno. Noto cómo un enjambre de machorros ibéricos me olisquean y fichotean de arriba a abajo para darle la aprobación al Persu. Además hacen bromas sobre el tamaño del "aparato" de El Persu, y me miran de reojo entre sonoras risotadas.

Luego vienen las novias, que estaban de compras, y me dicen "no me suenas", con voz de pija de Valdemoro (si es que en Valdemoro hay pijas), y me hacen el mismo escáner pero en femenino. Uséase, mirada aprobatoria de arriba a abajo, con especial atención a mi indumentaria. Se hacen las colegas y me enseñan triunfales sus compras en las rebajas. Se esfuerzan en hacerme confidencias femeninas y me enseñan la casa (recién adquirida por una de las parejas) haciendo especial énfasis en las telas de los sofás y de las cortinas.

Yo, a todo esto, me hago la maja como puedo.

Pero ya no aguanto más y hay mucha birra y mucha sangría y mucho rule de cigarritos de la risa. Y me entra una especie de ataque de furia por beber y fumar a lo bestia para soportar tal domingo valdemoreño. Al rato estoy que me caigo de la moña que me cojo.

Y llega la hora de la verdad y el Persu me dice que vayamos a un garito de un amigo.

EL COWBOY

Siento mi meta cercana. Craso error. Porque tanta cuñá, tanto sobrino, tanta play y tanto machorro ibérico me gusta el fútbol han hecho su mella. Y me entra la vena rebelde que tanto temo de mí misma y en cuanto veo al Cow Boy que está detrás de la barra y que resulta que es el amigo de El Persu, me entra un furor uterino imposible de controlar. Inmediatamente, y desde la primera mirada, le empiezo a calentar cual zorrilla apestosa. El Persu se hace el longui y el Cow Boy me folla con la mirada. Y yo me dejo, claro. Y empieza a ponerme música que me gusta. Y entonces imagino que el Cow Boy no me hubiera llevado a casa de sus sobris, ni a ver el fútbol en casa de sus amigotes, ni me hubiera dicho "ahí está la Piscina Municipal, y ahí el Cementerio". Mi imaginación vuela e imagino una tarde valdemoreña muy distinta y de alta temperatura.

El Persu, para más inri, está muy cortado al verse a solas conmigo, supongo, y me dice chorradas tales como esta:

Cati: "Voy al baño"
Persu (a la vuelta): "Qué has hecho pipí o popó?"

Otra: "Ese es el sonido que hacen tus bragas cuando te las pones?" (ante mi jugueteo con su pulsera elástica). Increíble. Entonces a mí me entra un ataque de furia y despotrico contra él toda mi rabia acumulada durante años contra el sexo masculino: "Desde luego eres gilipollas". Se queda cortado y no sabe qué decir.

Pero para más contradicción de la Cati, cuando nos despedimos le doy un par de muerdos. El tío flipa.

Y DESDE ENTONCES NUNCA FUE LO MISMO

Lo más gracioso de todo es que parece asustarse y todo se enrarece a partir de mis inesperados muerdos. Un día se lo digo "Persu, te noto un poco rarito, no me digas que después del par de muerdos que te dí en Valdemoro te has asustao". Me dice que no, pero no concretamos volver a quedar a pesar de que me llama sin parar.

Pero la guinda del pastel fue el otro día cuando, siendo ya tarde, le digo entre risas "Persu, es que estoy tan cansada que no puedo mantener un diáologo coherente"y me dice "Tranquila, que yo estoy aquí jodido esperando a que acabe esta conversación para subir a la moto e irme a mi casa". Y le contesto "Pues no haberme llamado", y me dice "Es que he calculao mal el tiempo del recorrido de casa de mi hermano a la moto, pensaba que me iba a dar más tiempo a hablar".

Patidifusa me quedé

Pasan unos días y me vuelve a llamar insistentemente. No se lo cojo. Pero he pensado que la próxima vez se lo voy a coger y le voy a decir "Uy, Persu, es que estoy calculando el tiempo desde mi curro hasta mi coche, y no me va a dar tiempo a hablar contigo. Hasta luego!". Y me voy a quedar más fresca que el chocho una rana.

Asi que me parece a mí que el látex va a tener que esperar, porque además no tengo ningún otro mozalbete a la vista, pero es que el furor uterino me invade y no puedo mássss....
Me aburro

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